Ficosa, que a finales de 2008 planteó un excedente de 140 trabajadores en Rubí y fusionar las dos fábricas que tiene en la localidad en un nuevo centro de excelencia, ha advertido a los sindicatos que si no obtiene una recalificación municipal de los terrenos, la fábricas de Rubí están abocadas al cierre. Entre las dos, emplean a 320 personas.
La compañía, uno de los tres mayores grupos de componentes para automóviles de España, fabrica palancas de cambio en Ficotriad y depósitos de líquido en Ficontranspar. Pero los dos centros se levantan en unos terrenos que la ciudad ha engullido por el crecimiento urbano y demográfico de los últimos años.
Ficosa ha pedido la recalificación de los dos solares, en los que está de alquiler. Los vendió hace unos años, pero con la condición de que, si se recalificaban en suelo residencial, cobraría una plusvalía, algo habitual en este tipo de operaciones.
El Ayuntamiento de Rubí (PSC) se negó, de acuerdo con el resto de las formaciones políticas con representación municipal, porque la plantilla se opuso: teme que sea abrir la puerta a que Ficosa acabe marchándose. "Nuestro papel es el de conciliar los intereses de la empresa y los de los trabajadores; no los recalificaremos hasta que los trabajadores estén de acuerdo", explica la concejal de Promoción Económica y Empleo de Rubí, Maria Mas, quien añade: "Estamos encantados con Ficosa, nos gustaría que se quedara y nos gusta su apuesta por el centro de excelencia".
La pelota está en el tejado de los sindicatos, asegura el director general del área de automoción de Ficosa, José Vicente de los Mozos. "Necesitamos dinero para construir el centro y sin recalificación no hay dinero", explica el directivo. Fuentes cercanas cifran la operación en más de 15 millones de euros.
El grupo acaba de obtener un crédito de 50 millones de la Generalitat y 21 millones del Plan de Competitividad del Ministerio de Industria. Pero se enfrenta a un problema de liquidez debido al duro ajuste que azota al sector del automóvil, con caídas del mercado mundial del 30%.
Desde que llegó procedente de Nissan, De los Mozos ha puesto en marcha un plan de ahorro de costes para adecuar la empresa a la nueva realidad, que ha supuesto prescindir de 1.000 empleos temporales en 2008; el despido, en lo que va de año, de 700 trabajadores en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, México y Brasil, y la congelación salarial generalizada. Ficosa cuenta hoy con cerca de 6.300 trabajadores.
"Gracias a este desengrase, cerraremos el año con beneficios", asegura el directivo. La voluntad de la empresa, sostiene, es mantener el empleo en España, especialmente en Soria y en Rubí, donde se creó hace 60 años.
La compañía, uno de los tres mayores grupos de componentes para automóviles de España, fabrica palancas de cambio en Ficotriad y depósitos de líquido en Ficontranspar. Pero los dos centros se levantan en unos terrenos que la ciudad ha engullido por el crecimiento urbano y demográfico de los últimos años.
Ficosa ha pedido la recalificación de los dos solares, en los que está de alquiler. Los vendió hace unos años, pero con la condición de que, si se recalificaban en suelo residencial, cobraría una plusvalía, algo habitual en este tipo de operaciones.
El Ayuntamiento de Rubí (PSC) se negó, de acuerdo con el resto de las formaciones políticas con representación municipal, porque la plantilla se opuso: teme que sea abrir la puerta a que Ficosa acabe marchándose. "Nuestro papel es el de conciliar los intereses de la empresa y los de los trabajadores; no los recalificaremos hasta que los trabajadores estén de acuerdo", explica la concejal de Promoción Económica y Empleo de Rubí, Maria Mas, quien añade: "Estamos encantados con Ficosa, nos gustaría que se quedara y nos gusta su apuesta por el centro de excelencia".
La pelota está en el tejado de los sindicatos, asegura el director general del área de automoción de Ficosa, José Vicente de los Mozos. "Necesitamos dinero para construir el centro y sin recalificación no hay dinero", explica el directivo. Fuentes cercanas cifran la operación en más de 15 millones de euros.
El grupo acaba de obtener un crédito de 50 millones de la Generalitat y 21 millones del Plan de Competitividad del Ministerio de Industria. Pero se enfrenta a un problema de liquidez debido al duro ajuste que azota al sector del automóvil, con caídas del mercado mundial del 30%.
Desde que llegó procedente de Nissan, De los Mozos ha puesto en marcha un plan de ahorro de costes para adecuar la empresa a la nueva realidad, que ha supuesto prescindir de 1.000 empleos temporales en 2008; el despido, en lo que va de año, de 700 trabajadores en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, México y Brasil, y la congelación salarial generalizada. Ficosa cuenta hoy con cerca de 6.300 trabajadores.
"Gracias a este desengrase, cerraremos el año con beneficios", asegura el directivo. La voluntad de la empresa, sostiene, es mantener el empleo en España, especialmente en Soria y en Rubí, donde se creó hace 60 años.
Escrito por El País