MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El número de trabajadores afectados por
expedientes de regulación de empleo (ERE) autorizados por las
autoridades laborales o comunicados a las mismas (con la reforma laboral
del Gobierno, en vigor desde el pasado 12 de febrero, ya no hace falta
autorización) aumentó un 53,2% en los cinco primeros meses del año en
comparación con el mismo periodo de 2011.
En concreto, un total de 176.085 trabajadores se vieron
afectados por un ERE hasta mayo, en contraste con los 114.917
trabajadores que estuvieron implicados en una regulación de empleo
durante los cinco primeros meses de 2011, según los datos que constan en
el Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Empleo recogidos
por Europa Press.
Hasta mayo, los expedientes de regulación de empleo
autorizados/comunicados aumentaron un 66,7% en comparación con el mismo
periodo de 2011, hasta sumar 13.518, frente a los 8.106 de los cinco
primeros meses del año pasado.
Los ERE en los que se alegaron causas económicas (problemas de
tesorería o financiación, restricción de contratos, quiebra, deudas o
suspensión de pagos, baja productividad o aplicación de medidas
económicas) se dispararon un 102,7% en los cinco primeros meses en
relación al mismo periodo de 2011, hasta sumar 9.456 expedientes, casi
el 70% del total de expedientes registrados en el periodo.
Por causas técnicas se autorizaron 124 expedientes hasta mayo,
un 25,3% menos que en el mismo periodo de 2011, mientras que por causas
organizativas o de producción se registraron 3.742 expedientes, con un
crecimiento interanual del 20,8%. Por fuerza mayor hubo 177 ERE, uno
menos que en los cinco primeros meses de 2011.
La principal novedad introducida en la reforma del mercado de
trabajo en relación a los ERE es la eliminación de la autorización
administrativa anteriormente exigida para proceder a la realización de
despidos colectivos o de medidas de suspensión de contrato o reducción
de jornada por parte del empresario.
No obstante, la nueva regulación mantiene la necesidad de que
se realice un periodo de consultas con los representantes de los
trabajadores, al tiempo que se establece la intervención de la autoridad
laboral para garantizar la efectividad de dicho periodo de consultas,
pero sin tener ésta carácter decisorio.
La decisión última será, pues, la del empresario, y como en el
caso de los despidos individuales, si no se está de acuerdo, los
trabajadores tendrán que impugnarla por la vía judicial.
LOS ERE NO PACTADOS SE MULTIPLICAN POR MÁS DE SEIS.
Del total de expedientes autorizados/comunicados hasta mayo,
8.659 fueron pactados con los representantes de los trabajadores, un
17,3% más, mientras que los no pactados se multiplicaron por más de
seis, hasta sumar 4.859 expedientes. Los ERE pactados afectaron a
106.575 trabajadores, un 3% más, en tanto que los no pactados englobaron
a 69.510 trabajadores, cifra que sextuplica la registrada en igual
periodo de 2011.
Los ERE de extinción (despidos colectivos) se incrementaron un
36,3% entre enero y mayo, hasta sumar 2.153 expedientes, mientras que
los de suspensión temporal de empleo aumentaron un 70,1%, hasta los
6.370, y los ERE de reducción de jornada crecieron un 79,5%, situándose
en 4.995 expedientes.
Los trabajadores afectados por despidos colectivos aumentaron
un 17,7% en los cinco primeros meses del año y sumaron 29.844, en tanto
que los trabajadores suspendidos de empleo se dispararon un 82,1%, hasta
totalizar 109.856. Por último, los trabajadores afectados por ERE de
reducción de jornada sumaron 36.385, con un crecimiento del 24,4%
respecto al mismo periodo de 2011.
La mayor parte de los trabajadores que se vieron inmersos en
un ERE durante los cinco primeros meses desempeñaba su actividad en la
industria (92.305) y los servicios (60.865). En la construcción, los
afectados ascendían a 21.210 y en la agricultura, a 1.705.